sábado, 13 de diciembre de 2008

Tu lugar lo ocupé yo…


Porque todo lo que alguna vez no quise, fuiste.

Porque dábamos por entendido un concepto que ciertamente interpretábamos de manera diferente.

Porque algunas veces hay piedras debajo de piedras pero me cansé de haber excavado tan profundo, llegar tan hondo y no encontrar más que sólo eso.

Porque esta temática se me hace conocida, solíamos dar gracias, entregar razones, pero todos sabemos que a las palabras se las lleva el viento, y qué hay con las letras?... A ellas no se les debe creer, menos si no sabes leer entre líneas.

Porque creí verlo todo de un color diferente, pero sólo fue problema de mi daltonismo o de una ingenua equivocación… de especial nunca hubo nada.

Porque solíamos releer las páginas pasadas de nuestro libro y soñar con las líneas que se escribirían en los próximos capítulos y ¿para qué?, si los lectores terminaron aburriéndose de aquellas falsas expectativas y de un final que siempre fue tan predecible.

Porque me es imposible encontrar la felicidad en mediocres que se engañan a sí mismos –y a los demás- y que se conforman con tan POCO.

Porque el diccionario se burlaba de tu inconsecuencia al usar un jamás y de tu ignorancia ante el significado de un perdón.

Porque bastaba con dormir al otro lado de la cama, para acostumbrarme a vivir los días sin ti.

Porque cada uno tiene lo que se merece y claramente tu y yo no nacimos para ser la excepción a aquella regla.


Y esto se trata de usarte a mi conveniencia, tú te vas y yo escribo.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Tiempo




El tiempo es tan universal que para todo el mundo 1 minuto serán 60 segundos, claro está que cada minuto tendrá diferente intensidad para cada uno de los mil millones de habitantes que lo vive, cada uno tendrá un significado diferente y si para algunos aquel minuto pasó desapercibido habrán quienes lo recuerden por el resto de su existencia como aquel minuto que cambió sus vidas, yo tengo uno de esos, uno que cambió mi vida por el sólo hecho de haberlo ocupado en decir 4 palabras, gracias a eso hoy tengo en mi caja de experiencias un sinfín de cosas que ciertamente me arrepiento de haber vivido, por el contrario no puedo negar que gracias a ese minuto, hoy conozco cosas nuevas, podría decir que gracias a él soy una persona diferente, pero aquello da igual tomando en consideración que perfectamente podría ser una ignorante y ser aún más feliz.
El tiempo, inmutable, impredecible, silencioso, indiferente, egoísta, tal como muchas personas lo son, pero no, esta vez hablaré del tiempo, de nadie en especial, esto se trata del tiempo y yo. Quisiera muchas veces haber sido como el tiempo, nunca haber retrocedido y mirar siempre hacia adelante sin importar la curiosidad que cada vez se interpone haciéndonos dudar sobre qué pasaría si miráramos hacia atrás, pero creo que nadie es capaz de lograr aquello, pues el ser humano por esencia tiende a tropezarse más de una vez con la misma piedra, el ser humano encuentra igual y más importante el pasado del que fue protagonista que el futuro que está en sus manos manipular y siempre se basará en las historias, recuerdos y momentos que vivió para construir el mañana, aunque muchos de ellos declaren vivir el día a día, inconcientemente estarán utilizando las experiencias que el ayer les otorgó.
Y qué pasa cuando crees que el tiempo es tan “universal” que tienes la sensación de que un año siempre estará relacionado con los mismo eslabones de una cadena que sólo se corta una vez en la vida?, pues un año para toda persona o para la mayoría es tan significativo que se celebra con aniversarios y cumpleaños, pues se supone que a lo largo de él pasan cosas muy relevantes, en 12 meses puedes vivir tantas cosas que terminan transformándote en una persona completamente distinta, en 52 semanas puedes creer conocer al que está a tu lado como la palma de tu mano, en 365 días puede nacer desde un te quiero hasta un te odio, aunque para lo último sólo baste un minuto, en 8760 horas puedes acostumbrarte tanto a alguien que te sea imposible imaginar el mundo sin él, pero no te confundas, el tiempo es subjetivo y yo creo haberlo notado hace sólo 2 semanas, y es que a pesar de las miles de suposiciones sobre lo que debería pasar en un año, dos o tres, siempre aquello dependerá de uno mismo, de cuánto creas, de que tan ingenuo seas, de cuánta dedicación le des a cada segundo y lo más importante junto a quien lo compartas, porque aunque cueste creer siempre habrá gente que querrá desafiar al tiempo e inconcientemente hacerlo valer nada, es gracias a esas piedras en el camino que hoy con certeza y a sólo minutos de cerrar un ciclo puedo decir que viví un par de años, quizás más, creyendo en algo que no existía, creyendo que el tiempo transcurría a mi favor, regalándome momentos increíbles, verdaderos, cuando contrariamente aquel tiempo sólo pasaba en vano, llevándose mil oportunidades mejores de las que estaba viviendo, es ahí cuando pienso que al decidir comenzar de cero me acerqué a la realidad de tal manera que percibí la gran nube que detrás de todos esos días llenos de sol se escondía, conocí todo lo falsa que puede llegar a ser aquella persona que con una pequeña sonrisa, sentada a tu lado espera que el tiempo pase, lo buen actor que se es cuando se trata de envolver a alguien, pero aunque sabemos que el tiempo siempre pasará del mismo modo, siempre será indiferente a nosotros y por mucho que queramos a él nunca le importará realmente si aquello nos perjudica o no, hoy estoy segura que me está entregando una recompensa, está haciendo valer el triple cada segundo, me está dando una nueva oportunidad, aunque de todos modos ni siquiera estoy segura de merecerla, pero qué más da, él no se tiene que enterar... nunca.