jueves, 12 de noviembre de 2009

Milagrosamente


Mis experiencias delictuales comenzaron cuando le robaron el celu a una amiga y yo me salvé porque segundos antes lo había guardado en mi bolso, y desde esa vez que milagrosamente siempre me salvo.

2007: Un día en Valpo sentí que me estaban siguiendo (eso se siente, o se presiente, no sé), y escuché el cierre de mi mochila abrirse, pero cuando miré pa atrás los dos pailones que querían robarme se hicieron los weones, así es que los adelanté, salvando mi mp4 (que estaba en ese bolsillo).

2008: Un día estaba en una fotocopiadora de Uruguay (calle brígida de Valpo), cuando detrás mío gente empezó a pelear gente, que eran pacos de civil y un delincuente, yo no entendía nada hasta que me di cuenta que el tipo que tenían en el suelo rogando piedad había metido sus manos a MI bolso y había robado MI mp4, el cual se encontraba tirado en una esquina de la fotocopiadora, salvándose por segunda vez. Todo esto fue un gran show, se quebraron vitrinas, todos le pegaban al ladrón, incluso gente de la U que pasaba por ahí y era chistoso verlo en el suelo gritando: “Señorita, yo no le robé”, mientras un paco le tenía la pata arriba y toda la gente sapeaba. Yo recogí mi mp4 y me iba a ir piolamente, no quería hablar con los paparazzi, porque me carga hablar de mi vida privada, y no quería salir en los diarios, pero los tíos carabineros me subieron en su auto y me llevaron a la comisaría a dar declaraciones.

2009: Un domingo, salí de mi depa (Viña), a las 5 de la tarde y me llamó la atención la presencia de dos minas paradas en la esquina, que no es por ser fijona, pero vestían súper mal y además eran chanas, seguí mi camino y a mitad de la cuadra siguiente sentí que me seguían (esta vez porque corrían detrás mío), entonces atravesé la calle y en cosa de segundos me encuentro cara a cara con las dos chanas diciéndome "pasa las weás ctm!", mientras me tiraban el bolso, pero yo no lo solté.

Es raro porque siempre me ha cargado la gente que se las da de súper héroe y se pone chora con los flaites, porque qué lata quedar con un tajo en la cara, pero esta vez analicé la situación y las minas eran terrible pavas, así es que in my life entregaba el bolso, y después de decir que era mío, que no se los iba a entregar y bla bla, tuve que ocupar el recurso del grito de “ayuda” (Sí, así como en las películas) y gracias a eso se asustaron y me soltaron diciendo “ahhh sapa culiá”, yo seguí mi camino tranquilamente, aunque no niego que ahora cualquier mina flaite me hace tiritar un poco.

Hoy: En la micro, a las 8 de la mañana, un tipo estaba abriéndole el bolso a la Andre, pero no pasó nada gracias a que una mina le avisó!

En conclusión, a toda hora, cualquier día y en cualquier lugar, nada es impedimento para que el shorizoampón salga a trabajar… Y cómo diría mi amigo personal Chamaop, “Que se mueran”.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Carteles Ambulantes

Carteles ambulantes: Dícese del cartel que contiene la “oferta del día”, perteneciente a grandes tiendas como supermercados, o no tan grandes como carnicerías, el cual es sostenido por una persona, que se ubica durante todo el día en un punto específico de la calle, generalmente a una distancia considerable del local al cual promociona.

Trabajar de cartel ambulante es la moda, cada esquina tiene su propio cartel ambulante. No sé a quién se le habrá ocurrido la genial idea de explotar a una persona de tal manera, en vez de pegar los carteles en las ventanas o ponerlos de pie como antiguamente se hacía.
Pobre gente, el otro día iba en la micro y vi a uno, y me puse a pensar en varias cosas… ¿Tendrán permiso para hacer pipí?, y cuando van al baño ¿dónde guardarán el cartel?, ¿se les cansarán los brazos?, ¿incluirá su contrato bloqueador gratis o una sombrilla para estos días de sol?, ¿los webearán mucho? Esto último lo pensé después de que vi a un cartel del Unimarc, en la esquina del Santa Isabel, qué lata igual porque se pone justo en la esquina de la competencia, sabiendo que nadie se pegará el pique sólo por esa oferta.
Yo preferiría trabajar de Jumbito o cualquier mono de ese tipo, porque es bacán que nadie sepa que eres tú el que está dentro del disfraz, y puedes bailar, caerte, pegarle a los cabros chicos que se te tiren encima y nadie sabrá que eres tú!, además puedes robar chocolates o todo lo que quieras, porque nadie desconfíará de la tierna mascota del súper, y si lo que te preocupa es subir de peso, da lo mismo porque con todo lo que sudes dentro de ese traje, bajarás muchos kilos al día!.

¿Por qué nunca lo pensé?, ¡¡Es la mejor pega de la vida!!